ERMITAS
En Cuénabres está la ermita del Nazareno, a la que llamamos de Santo Cristo, también había una ermita dedicada a Santa Marina y la ermita del Pontón que aunque no está en término de Cuénabres, es la ermita de la Merindad de Valdeburón y actual patrona del Ayuntamiento de Burón, a la que la gente sigue acudiendo.
ERMITA DE SANTA MARINA
La ermita de Santa Marina estaba en el valle de Cuénabres en lo que hoy llamamos los prados de Santa Marina. La talla de la Santa está en la iglesia de Cuénabres. La fiesta se celebraba el día 18 de julio.
ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE PONTÓN
VIRGEN DE PONTÓN
La crónica de Alfonso III el Magno habla de la batalla de Pontuvio, sostenida por Fruela cuyo reinado se extiende del 757 al 768 contra la morisca, y la tradición la sitúa en el puerto del Pontón, donde el monarca levantó la ermita mariana bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción en acción de gracias por la victoria.
A la vera de la ermita existe la casería, que de siempre fue albegue ya protegido por privilegios, que se suceden desde el 5 de julio de 1129 en que Alfonso VII concedió a María Andrés de la alberguería del Pontón la exención de tributos de pedido, fonsadera real y portazgo para ganados y mercancías, confirmando estos privilegios reales Alfonso X el Sabio el 28 de abril de 1263, Sancho IV el Bravo el 20 de marzo de 1293, Fernando IV el Emplazado el 4 de junio de 1307, Alfonso XI el 23 de marzo de 1324.
Los siguientes monarcas no se olvidan de la alberguería de Nuestra Señora de Pontón y siguen confirmando privilegios para los "hombres buenos" de tal alberguería, como Juan II el 20 de enero de 1431, Doña Juana el 28 de abril de 1513, y, por último Felipe II el 12 de noviembre de 1562.
Este santuario mariano gozaba de censos y posesiones en varios lugares del contorno, entre cuyas propiedades figuraba el monte del Pontón.
Al llegar la desamortización el 24 de octubre de 1807, el monte de el Pontón fue adquirido por José Canga Argüelles, siendo comprado más tarde por el pueblo de Burón.
Tenía el Santuario en su alberguería mayordomo, casero y vaquero.
En 1945 se reformó el santuario con bóveda de cañón a la cabecera y armadura de madera en la nave rectangular. El hastial lleva un ojo de buey a su mitad y una espadaña con tronera campanil.
La imagen de la Asunción es del siglo XVIII y el altar y retablo estofados y dorados se trajeron de Guardo el año 1800.
La festividad se celebra el 15 de agosto con gran concurrencia de los concejos de la comarca. La ermita goza de cultos litúrgicos a lo largo del año, todos los domingos por la tarde del mes de mayo, bodas, ofrecimientos, saludos y despedidas.
La ermita del Pontón está situado donde siempre se celebraban los ancestrales cultos prerromanos de divinidades prehistóricas y cántabras.
En esta campiña también se relacionan batallas de don Pelayo, y de Almanzor.
Entorno al santuario era el asentamiento de reuniones concejiles de la Merindad de Valdeburón, que integraba los concejos de Burón, Maraña, Valdeón, Sajambre y Alión, regida por un merino que contaba con escuadrón de jinetes. Más tarde pasó el escuadrón a estar formado por gentes de la Santa Hermandad, cuyo alcalde residia en Maraña en 1752 y se llamaba Manuel del Molino.
Los procuradores de la merindad celebraban sus reuniones en la sala capitular de la ermita. En mayo de 1752 el merino mayor reside en Maraña, se llama Isidro Rodríguez y percibe de prorrateo 220 reales de salario anual a cargo de los ingresos de los puertos de Maraña. Los otros concejos también abonaban su parte.
A la vera de la ermita existe la casería, que de siempre fue albegue ya protegido por privilegios, que se suceden desde el 5 de julio de 1129 en que Alfonso VII concedió a María Andrés de la alberguería del Pontón la exención de tributos de pedido, fonsadera real y portazgo para ganados y mercancías, confirmando estos privilegios reales Alfonso X el Sabio el 28 de abril de 1263, Sancho IV el Bravo el 20 de marzo de 1293, Fernando IV el Emplazado el 4 de junio de 1307, Alfonso XI el 23 de marzo de 1324.
Los siguientes monarcas no se olvidan de la alberguería de Nuestra Señora de Pontón y siguen confirmando privilegios para los "hombres buenos" de tal alberguería, como Juan II el 20 de enero de 1431, Doña Juana el 28 de abril de 1513, y, por último Felipe II el 12 de noviembre de 1562.
Este santuario mariano gozaba de censos y posesiones en varios lugares del contorno, entre cuyas propiedades figuraba el monte del Pontón.
Al llegar la desamortización el 24 de octubre de 1807, el monte de el Pontón fue adquirido por José Canga Argüelles, siendo comprado más tarde por el pueblo de Burón.
Tenía el Santuario en su alberguería mayordomo, casero y vaquero.
En 1945 se reformó el santuario con bóveda de cañón a la cabecera y armadura de madera en la nave rectangular. El hastial lleva un ojo de buey a su mitad y una espadaña con tronera campanil.
La imagen de la Asunción es del siglo XVIII y el altar y retablo estofados y dorados se trajeron de Guardo el año 1800.
La festividad se celebra el 15 de agosto con gran concurrencia de los concejos de la comarca. La ermita goza de cultos litúrgicos a lo largo del año, todos los domingos por la tarde del mes de mayo, bodas, ofrecimientos, saludos y despedidas.
La ermita del Pontón está situado donde siempre se celebraban los ancestrales cultos prerromanos de divinidades prehistóricas y cántabras.
En esta campiña también se relacionan batallas de don Pelayo, y de Almanzor.
Entorno al santuario era el asentamiento de reuniones concejiles de la Merindad de Valdeburón, que integraba los concejos de Burón, Maraña, Valdeón, Sajambre y Alión, regida por un merino que contaba con escuadrón de jinetes. Más tarde pasó el escuadrón a estar formado por gentes de la Santa Hermandad, cuyo alcalde residia en Maraña en 1752 y se llamaba Manuel del Molino.
Los procuradores de la merindad celebraban sus reuniones en la sala capitular de la ermita. En mayo de 1752 el merino mayor reside en Maraña, se llama Isidro Rodríguez y percibe de prorrateo 220 reales de salario anual a cargo de los ingresos de los puertos de Maraña. Los otros concejos también abonaban su parte.
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